CAMARAS O VIGILANTES EN LOS COLEGIOS

Cámaras o vigilantes en los colegios, sólo para casos extremos

C. M./GRANADA

Un colegio o un instituto no son ni deben ser una cárcel. Parece una perogrullada, pero el Defensor del Pueblo Andaluz -que también lo es del Menor- parece haber detectado una incipiente tentación de blindar los centros educativos para acabar con la violencia en la escuela. Para la institución que dirige José Chamizo, sería un craso error que ese tipo de medidas se generalizasen. En su opinión, y aunque se dan episodios preocupantes en el ámbito escolar, la situación no es alarmante. El Defensor aboga por la elaboración de un plan andaluz de seguridad en centros educativos que, «en absoluto», debe convertir las aulas en presidios «dotados de todo tipo de medidas de seguridad orientadas a mantener alejada a cualquier persona ajena a la comunidad educativa», recomienda Chamizo.

En realidad, lo adecuado sería hacer lo contrario, según el Defensor. «El plan debería posibilitar que la proclamada apertura de los centros docentes a su entorno pueda convertirse en una realidad efectiva», indica.

En este sentido, la institución cree que sólo excepcionalmente «habría que considerar la necesidad de contratar vigilancia permanente» para determinados colegios e institutos. «A este respecto -agrega el informe del Defensor- no podemos ocultar nuestra preocupación por la adopción de medidas unilaterales por parte de algunos centros docentes, tales como la colocación de cámaras de seguridad, ya que podrían estar incidiendo en derechos fundamentales».

Tampoco ve claro el Defensor la iniciativa de contratar vigilantes para los colegios. Dice que esos métodos deberían reservarse para casos extremos.

Fuente: El Ideal de Granada