Por su parte, la delegada de Educación, Dolores Alonso, indica que esta propuesta no es viable, ya que implicaría contar con personal sanitario para cada tipo de enfermedad.
Me rio de la respuesta de esta mujer, y la Atención Temprana, acaso no estuvo en las jornadas de este fin de semana realizadas por la FAPA, donde se hablaba de Necesidades Educativas Especiales y atención temprana, pues es verdad no estuvo nada más que para la inauguración por la mañana por la noche para recoger el premio y la foto, pero no estuvo, cuando explicaron temas concretos de necesidades reales.
Que se lo pregunten a unos 6.000 menores diabéticos en edad escolar matriculados en los centros educativos y que precisan de una atención especializada, según la Asociación de Padres de Niños Diabéticos (Apadi).
El papel de los docentes
Otro aspecto es la obligación del docente cuando tiene un alumno con diabetes. Desde la dirección del colegio Doctor Caravaca explican que se tomó la decisión de no hacer el control de glucemia porque, a continuación, el profesor debería tomar una decisión médica sobre si era necesario o no aplicar insulina y qué cantidad era necesaria. «Estamos dispuestos a colaborar, pero no a tomar decisiones médico-sanitarias», indican. El sindicato de Enseñanza CC.OO. confirma que los docentes no están obligados a actuar en este tipo de situaciones y así lo establecen las Recomendaciones Generales sobre Responsabilidad Jurídica en los Centros Docentes Públicos: «No se deben suministrar medicinas o tratamientos médicos a los alumnos, salvo informe o certificado médico y en ningún caso se pueden realizar actos médicos como pinchar insulina o similares». Desde Apadi respetan esta postura. «El maestro tiene muchas obligaciones, pero no se le puede pedir que vaya más allá», añaden
Me rio de la respuesta de esta mujer, y la Atención Temprana, acaso no estuvo en las jornadas de este fin de semana realizadas por la FAPA, donde se hablaba de Necesidades Educativas Especiales y atención temprana, pues es verdad no estuvo nada más que para la inauguración por la mañana por la noche para recoger el premio y la foto, pero no estuvo, cuando explicaron temas concretos de necesidades reales.
Que se lo pregunten a unos 6.000 menores diabéticos en edad escolar matriculados en los centros educativos y que precisan de una atención especializada, según la Asociación de Padres de Niños Diabéticos (Apadi).
El papel de los docentes
Otro aspecto es la obligación del docente cuando tiene un alumno con diabetes. Desde la dirección del colegio Doctor Caravaca explican que se tomó la decisión de no hacer el control de glucemia porque, a continuación, el profesor debería tomar una decisión médica sobre si era necesario o no aplicar insulina y qué cantidad era necesaria. «Estamos dispuestos a colaborar, pero no a tomar decisiones médico-sanitarias», indican. El sindicato de Enseñanza CC.OO. confirma que los docentes no están obligados a actuar en este tipo de situaciones y así lo establecen las Recomendaciones Generales sobre Responsabilidad Jurídica en los Centros Docentes Públicos: «No se deben suministrar medicinas o tratamientos médicos a los alumnos, salvo informe o certificado médico y en ningún caso se pueden realizar actos médicos como pinchar insulina o similares». Desde Apadi respetan esta postura. «El maestro tiene muchas obligaciones, pero no se le puede pedir que vaya más allá», añaden
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