
El método Suzuki fue creado por Shinichi Suzuki con un lema muy concreto:
¡Todos los niños tienen talento!Esto no siempre lo tenemos presente cuando vemos las notas de nuestros hijos. Cuando suspenden la asignatura de música pensamos que no han nacido para cantar o tocar un instrumento y les privamos de la multitud de beneficios que ofrece la música (los niños y la música). Pero quizá nos estemos equivocando. Quizá es que no lo están aprendiendo con el mejor sistema de enseñanza.
El Sr. Suzuki se dio cuenta de que todos los niños del mundo, aunque no sacaran buenas notas en la escuela, hablaban su lengua materna con gran fluidez. Hablar y expresarse requiere una gran habilidad.
Por lo tanto, ¿por qué un niño que habla correctamente su lengua no es capaz de seguir ciertas asignaturas de la escuela? La respuesta para él es muy sencilla: porque su capacidad no ha sido desarrollada a pleno rendimiento.
Desde aquel día, el Sr. Suzuki comenzó a analizar el proceso de aquel "Método de la Lengua Materna", tal como lo denominó. Y se dio cuenta de que cuando un niño aprende una lengua, se siguen siempre unas pautas:
Solo hace falta llevar este método a la enseñanza de otras habilidades diferentes a hablar, como la música. Y esto es justamente lo que hacen los profesores del método Suzuki. Este método se asocia con la educación primaria.
Los niños empiezan a hacer música con 2-3 años. Desde muy pequeño, el niño está rodeado de estímulos musicales que le van motivando a hacer música. Se le ofrece música para escuchar, se le da un instrumento para investigar, para descubrir y cuando consigue hacer un pequeño paso para imitar un sonido o un ritmo, se le motiva a continuar por este camino. De esta manera le vamos animando, igual que cuando está aprendiendo a hablar, para que siga mejorando cada día un poco más.
¿Cómo se trabaja con este método?• El método Suzuki concede una gran importancia al papel de los padres en el aprendizaje de su hijo. De hecho, se pide que cuando el niño es muy pequeño, el padre o la madre estén en clase con su hijo y el profesor, formando de esta manera el llamado "Triángulo Suzuki". Esto es así porque nosotros, como padres, debemos motivar constantemente a nuestros hijos.
• Este método nos pide una dedicación continua y sistemática. Un alumno que empieza debería tocar cada día acompañado de uno de sus padres durante 10 minutos aproximadamente. A medida que se hace mayor y se amplia su dominio musical, aumentará su capacidad de concentración y estará preparado para dedicar más tiempo a unas piezas cada vez más difíciles.
Nosotros somos indispensables en el proceso de aprendizaje de nuestro hijo, tanto en clase como en casa.
• El niño sigue dos tipos de lecciones: la individual y la grupal. En la lección individual se trabajan elementos específicos para hacerlos lo más fáciles posible. Por ejemplo, se trabaja la postura del cuerpo, el movimiento del arco (en los instrumentos de cuerda, como el violín o el violonchelo), la colocación de las manos (sobre el piano, sobre el violín,...).
En las clases de grupo, el niño puede compartir la música con los otros niños, reforzando todo aquello que ha aprendido en la clase individual. Aprende a tocar junto con otras personas, actividad que le obliga a desarrollar estrategias diferentes a las utilizadas el la clase individual, por ejemplo, escuchar qué hacen los otros, seguir el ritmo de los demás, tocar más fuerte o más flojo según lo hace el grupo, etc..

Anna Garí Campos
Psicóloga clínica